En su pequeño taller escondido en Figueiró, en la comarca de Tomiño (Pontevedra), Aitor Martínez trabaja solo, creando objetos imposibles. Sus piezas no son utilitarias, las concibe como esculturas, como arte. Cada uno de sus objetos transmite los sentimientos que la madera esconde y que aparecen a fuerza de darle vueltas y vueltas en su torno.
Aitor nació en Guipúzcoa, estudió dos años de Derecho y se formó como técnico en industrias alimentarias. Ha trabajado de cantero, carpintero o conserje; ha fabricado juguetes de madera…, hasta encontrar su verdadera vocación, el torneado de la madera. En todas sus obras subyace una filosofía, reflejada en los textos que acompañan las fotos de las diferentes piezas en su cuenta de Instagram @aitor_punto.
La visita al taller de Aitor Martínez, en el Nº6 de CLASSPAPER, a la venta en la web y en kioskos y librerías seleccionados.