En su estudio en Madrid, Alberto Campo Baeza dedica su tiempo a diseñar edificios que van más allá de una simple construcción. Cada proyecto es para él una obra de arte, una escultura que busca transmitir emociones y hacer felices a las personas. A lo largo de su vida, ha creado espacios que combinan rigor, lógica y belleza, siempre bajo la premisa de que la arquitectura debe hacer felices a quienes la habitan.
Con una carrera que abarca desde la docencia en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid hasta proyectos de gran prestigio como la Casa Turégano o la Caja de Granada. A sus 77 años, Campo Baeza sigue defendiendo la importancia de la razón, el tiempo y el trabajo constante. Convencido de que la verdadera arquitectura es aquella que se construye con paciencia y dedicación, y que tiene la capacidad de elevar el espíritu humano.
Los detalles de este prestigioso arquitecto como sus referentes, su casa ideal y los proyectos que más le han marcado, en el Nº6 de CLASSPAPER, a la venta en nuestra web y en kioskos y librerías seleccionados.
