Yucatán es uno de los mejores destinos turísticos para adentrase en la cultura mexicana. Limita al norte y al oeste con el golfo de México, al sureste con el estado de Quintana Roo y al suroeste con el de Campeche. Allí se encuentran desde hermosas playas salvajes hasta ruinas mayas en plena selva, entre otros muchos tesoros arqueológicos. Un territorio para adentrarse en un viaje fascinante por las tradiciones, la historia y la gastronomía locales.
Uno de los grandes atractivos de esta región mexicana son los cenotes. Estas bellas formaciones rocosas naturales de aguas cristalinas e intensos azules son depresiones que se inundan de agua de lluvia. Considerados lugares sagrados por los mayas, se calcula que existen alrededor de siete mil en toda la península del Yucatán (formada por tres estados, Yucatán, Campeche y Quintana Roo), muchos de ellos interconectados.
Sin embargo, sólo unos cientos de cenotes son aptos para visitar por turistas. Es más, no conviene aventurarse en solitario, sino recurrir a los que sí están preparados para ser explorados. Mejor aún si quien acompaña en esta inmersión es un reconocido arqueólogo submarino, como propone NUBA, compañía pionera en España en los viajes de lujo completamente personalizados.
En los cenotes uno se sumerge en la cultura maya, en un viaje en el tiempo por un circuito subterráneo de aguas turquesas, que traslada al viajero al lugar donde viven las almas. Porque esta civilización pensaba que los cenotes eran entradas al inframundo, que ellos llamaban Xibalbá. En la experiencia de buceo transformadora exclusiva con NUBA, “un experto relata la magia de las creencias y tradiciones del mundo maya alrededor de los cenotes, contemplando restos arqueológicos y formaciones geológicas únicas, en un recorrido subacuático inolvidable”, señala Alessandra Girardi, directora de productos de NUBA.
Siempre adaptándose a las preferencias y necesidades de los viajeros, otra de las propuestas de NUBA en Yucatán con la que profundizar en la cultura mexicana es conocer una hacienda privada, que nadie más visita. Exactamente consiste en vivir la experiencia de alojarse en ella y remontarse a la época dorada del cultivo del henequén. Es una planta originaria de Yucatán de la familia de los agaves, que a mediados del siglo XIX era conocida como oro verde por impulsar la industria henequera mediante grandes extensiones de terreno. Allí se conoce todo el proceso que se requiere para obtener fibras de henequén. Hoy, las haciendas son hermosos lugares para disfrutar de la naturaleza y la arquitectura colonial y descubrir la rica historia y la identidad de Yucatán.
Con el mismo fin divulgativo e igualmente en una experiencia transformadora exclusiva para los clientes de NUBA, otra opción con la que empaparse de las tradiciones ancestrales de los mayas en Yucatán es descubrir el mundo de las abejas meliponas en una ceremonia privada de ofrenda a Ah Muenkab, el dios maya de la abeja. Una inmersión didáctica para mayores y pequeños en la que se aprende, además, a elaborar distintos productos a partir de la miel, como jabones, velas y dulces.
Como experta en diseñar viajes en familia exclusivos, otra de las propuestas de la agencia de viajes de lujo NUBA en Yucatán consiste en visitar la antigua ciudad de Uxmal, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con el privilegio de que un reconocido arqueólogo explique todos los detalles sobre estos templos situados muy cerca de Mérida, capital de Yucatán.
Con experiencia desde hace casi treinta años en el sector, NUBA se adapta a las peticiones de los clientes, al tiempo que está comprometida con la preservación de la naturaleza y la sostenibilidad del planeta. Y así se refleja en las experiencias que adentran en paisajes impresionantes, como Las Coloradas, unos lagos con aguas de color rosa, todo un espectáculo visual, o Punta Escolleras, en el Parque Natural de Ría Lagartos, reserva ambiental protegida donde abundan las aves, así como en Ría Celestún, un paraíso con una rica biodiversidad y hogar de flamencos, o Playa Sisal, una de las más bellas de Yucatán. “Estamos muy concienciados en sólo utilizar proveedores locales y en que todos los alojamientos cuenten con alguna certificación de sostenibilidad oficial”, comenta Girardi.
Repleta de enclaves privilegiados que dejan maravillado, y que pueden combinarse con estancias en la Riviera Maya, la mejor época del año para sumergirse en estas experiencias transformadoras por tierras yucatecas es de noviembre a junio, cuando la época de lluvias ha finalizado. “Viajar a Yucatán supone conocer el México auténtico y disfrutar de muchas actividades en la naturaleza y de arqueología, y también de una gastronomía excepcional. Planes perfectos tanto para familias como para parejas y varios amigos. Y, en el caso de NUBA, con itinerarios diseñados en función de las preferencias de los viajeros y literalmente únicos”, señala la directora de producto de la agencia, quien resalta el alto grado de fidelización de sus clientes, “siempre repiten”.