Cinco años después de su apertura al público, esta gran mansión en pleno centro de Madrid mantiene su esencia privada: con visitas en silencio, sin fotografías y un acceso limitado que preserva la atmósfera íntima del hogar. Quienes recorren sus estancias descubren una colección de arte excepcional con obras de Goya, Tiziano o Velázquez, así como rincones cargados de historia como la biblioteca —con el testamento de Fernando el Católico— o la capilla con frescos de Sert. Esta ocasión coincide con la llegada de la artista portuguesa Joana Vasconcelos, cuya muestra representa un giro hacia la contemporaneidad dentro de un entorno dominado por siglos de historia.
Fiel al legado de su familia, el XIX duque de Alba dirige personalmente la conservación del patrimonio, moderniza la gestión de las propiedades y ha impulsado la apertura de otras residencias históricas como Las Dueñas o Monterrey. Lejos del personaje público que fue su madre, Cayetana de Alba, él prefiere el bajo perfil y el trabajo constante. Dice no buscar popularidad, sino eficacia y continuidad. Bajo su liderazgo, la Casa de Alba mira al futuro sin renunciar al carácter histórico que define al ducado.
La entrevista al duque de Alba e imágenes nunca antes vistas del Palacio de Liria, en el Nº7 de CLASSPAPER, a la venta en nuestra web y en kioskos y librerías seleccionados.